En el post de hoy te cuento qué son los espasmos del llanto y cómo actuar ante ellos. Cuanta más información tengamos, menos miedo pasaremos si le sucede a nuestro peque, y sabremos qué hacer. Sigue leyendo 😉

Tengo una amiga que sabe muy bien en qué consisten estos espasmos y el grandísimo susto que acarrean para los padres. Tanto es así que un día pensaba que su hija se moría. Así me lo contaba ella poco después, todavía con el miedo en sus ojos. Y es que la entendí perfectamente, aunque nunca me haya pasado.

Su pequeña, de cuatro años, estaba jugando y sufrió una caída. Fue una caída sin importancia, empezó a llorar, pero al segundo no respiraba, se puso morada y perdió el conocimiento.

¿Qué hicieron? Zarandearla. Y eso es lo que recomiendan los pediatras que no hay que hacer. Pero imagina el susto. ¿Cómo quedarte quieta esperando a que tu pequeña vuelva en sí cuando ves que no respira, que está morada y que ha perdido el conocimiento?

He vivido cuatro convulsiones febriles con mi peque Mayor y sé el susto que te llevas ante la pérdida de conocimiento de tu hijo.

La diferencia es que en mi caso, las convulsiones de mi hijo duraron un minuto (sí, un eterno minuto que me pareció muchísimo más, la verdad), después de ese minuto cesaban. Y aunque la primera vez desconocía lo que tenía que hacer, mi instinto me guió, puse a mi hijo sobre mi falda y esperé a que terminase de convulsionar. Las siguientes veces ya tenía la información suficiente (y el medicamento) por si duraban más de 3 minutos. Esa es la diferencia. Mi amiga no sabía qué hacer, ni siquiera si era un espasmo del llanto o era alguna lesión de la caída. No sabía nada.

Hay niños que tienen más propensión a ello, por su fuerte carácter o por los condicionantes. La hija de mi amiga cada vez que se enfadaba se ponía a llorar (desde bien pequeñita) y aguantaba la respiración, a medida que iba creciendo duraba más rato el episodio. Su madre se asustaba y cedía ante lo que provocaba esta situación. Y así hasta hoy. Después del episodio que te he comentado, mi amiga decidió ceder cuando la niña arrancaba a llorar fuertemente. Pero esta no es la solución.

Esto no es lo que recomiendan los pediatras, pero entiendo que cada una sobrellevamos de la mejor manera que podemos las circunstancias que consideramos amenazantes con nuestros retoños.

¿Qué son los espasmos del llanto?

Los espasmos del llanto son episodios en los que el niño, cuando rompe a llorar (por cualquier motivo), cesa en su respiración.

El niño empieza a llorar, se interrumpe el llanto al interrumpirse la respiración y parece que se está ahogando. Normalmente son episodios breves que no alcanzan el minuto, pero a veces se alargan, y es cuando el niño se empieza a poner morado e incluso pierde el conocimiento.

Tras el episodio, el niño vuelve a respirar y continua o no con el llanto (esto ya depende del niño y del momento o motivo que causó el llanto).

Y esto es justo lo que me describía mi amiga, y la verdad es que me recuerda bastante a los episodios de convulsión febril que sufrió mi hijo. La diferencia es que aquí el niño no convulsiona, permanece inmóvil (aunque a veces también puede convulsionar). Pero el susto tiene que ser tremendo, la verdad.

Afortunadamente esto no lo padecen ninguno de mis dos hijos, aunque tengo que decir que cuando mi pequeñín Pequeño arranca a llorar se queda un momento sin respiración. El momento a veces es largo (a mí se me hace largo, pero no creo que llegue al minuto), aunque afortunadamente nunca ha llegado ni a ponerse morado ni mucho menos perder el conocimiento.

¿Cómo tienes que actuar ante un episodio?

  • Lo que recomiendan los pediatras es no ceder aunque al llorar aguanten la respiración, porque entonces están aprendiendo pautas de comportamiento que repetirán cada vez que quieran obtener algo y se lo neguemos. Cediendo potenciamos que los episodios sean más frecuentes e intensos.
  • No debemos zarandear al niño, ni ponernos nerviosos, que no note nuestra preocupación. En realidad, lo que dicen es que debemos esperar a que termine el episodio.

Como ves, la forma de actuar es la misma que ante una convulsión febril. La diferencia es que tienes que tener muy claro lo que le está pasando a tu hijo en ese momento, porque puedo imaginarme el miedo de una madre ante lo que parece un ahogamiento de su retoño.

Te pongo un vídeo sobre los espasmos del llanto, donde encontrarás una muy buena explicación de estos espasmos por parte de una enfermera de pediatría.

¿Tu peque sufre espasmos del llanto? ¿Sabías lo que son?

¡Gracias por leerme!

Si te ha gustado este post, me ayudarás compartiéndolo con tus amigos.

Besos y hasta la próxima,



Pin It on Pinterest

Share This